
La representante del gremio Francisca Arancibia califico el hecho de “humillante” y citó que ellas tienen que comprar los insumos para el lavado. La empresa (YPFB REFINACIÓN) hasta les sugiere que vayan a “la banda” (Argentina) para comprar detergente de contrabando.
Arancibia explica a Fides que la protesta se originó porque la planta exige que este servicio sea en máquinas lavarropas, situación que según las afectadas no llega a cubrir los costos del servicio.
La estatal petrolera acordó adjudicarles este servicio, pero por la cantidad que se otorga cada día no alcanza para que una lavandera le toque por lo menos una prenda por día. En consecuencia, se organizaron de tal manera q por grupos lavan una semana completa y luego ceden su turno a otras comunidades, con lo que vuelven a trabajar después de un mes.
Segundino Velásquez, dirigente campesino, lamentó que la situación de este grupo, ya que con la instalación de esta industria se realizaron promesas de empleo, sin embargo, la realidad muestra que estas mujeres deben mendigar por lavar ropa.