Atentado sin corazón: Casas de refugio para perros en situación de calle son quemadas deliberadamente.
Se presume de jóvenes inducidos por bebidas y drogas

Atroz acto de vandalismo en la ciudad de Tarija, tres casas para perros en situación de calle, ubicadas en la plazuela Sucre, por la Sociedad Protectora de Animales de Tarija (SPAT), fueron quemadas de forma intencional. Esta lamentable denuncia fue realizada por el activista Gonzalo Torres a través de sus redes sociales, conmocionando a la comunidad.
Con voz entrecortada por la indignación y el dolor, Torres transmitió en vivo el devastador escenario, mostrando las casas de madera carbonizadas. De manera contundente, dejó en claro que este no fue un simple accidente: “No se trata de un descuido con un cigarro, ni de un fuego pequeño que comenzó accidentalmente. No, esto fue un fuego provocado con algún combustible. Les han echado gasolina o diésel a las tres casitas y les han prendido fuego”, expresó con tristeza mientras capturaba las imágenes de las viviendas caninas en ruinas.
La noticia trascendió rápidamente, generando consternación en aquellos que conocían la labor de la SPAT y valoraban su esfuerzo por brindar un lugar seguro y cálido a los perros en situación de calle. Torres enfatizó la crueldad de este acto, especialmente porque esos tres canes eran animales de edad avanzada y, para ellos, esas casas de madera eran su único patrimonio.
Entre la rabia y la incredulidad, el activista se preguntó por qué hay personas a quienes les molesta la presencia de estas casas? Afirmó que la SPAT contaba con la autorización del Gobierno Municipal de Tarija para ubicarlas allí y que los perros estaban debidamente vacunados. Ante esto, cuestionó la “indignación” de algunas personas por la simple presencia de estos seres vulnerables en la plaza Sucre.
“¿Por qué no se indignan por cosas que realmente deberían indignarnos?”, inquirió Torres con profundo pesar. Señaló que Tarija tiene el índice de cáncer más alto de Bolivia y que las autoridades aún no han comenzado a investigar las causas. Asimismo, recordó que el río de la ciudad se encuentra contaminado por la basura y que las quebradas están convertidas en vertederos, sin que esto cause la misma indignación. “¿Por qué se indignan porque hay tres casas para perros aquí?”, cuestionó con voz quebrada y mirando a los canes sobrevivientes que aún rondaban la plaza.
Este acto de crueldad hacia seres indefensos nos lleva a reflexionar sobre nuestros valores como sociedad. Es urgente que nos unamos para condenar este tipo de violencia y apoyar a organizaciones como la SPAT, que trabajan incansablemente para proteger y brindar una vida digna a los animales desamparados.
Esperamos que las autoridades correspondientes investiguen este repudiable suceso y que los responsables sean llevados ante la justicia. Mientras tanto, es nuestro deber alzar la voz y reafirmar nuestro compromiso con el bienestar animal y la construcción de una sociedad más compasiva y solidaria. Los perros en situación de calle merecen respeto, amor y una oportunida