Las trabajadoras del hogar en busca de un refugio para sus sueños
En Bolivia anhelan un techo digno

Foto RRSS
En un conmovedor testimonio, Flora Mamani, una trabajadora del hogar en Tarija, expresó las dificultades a las que se enfrenta diariamente para brindar sustento a sus hijos. “Yo hoy tengo que dejar a mis hijos, irme a trabajar cama adentro para darles a ellos la comida. Y ellos tenían que venir a mi trabajo, yo tenía que bajar escondida a las 6:00 h de la mañana, como diciendo a sacar la basura y dejarles la plata a mis hijos”, relató con una voz cargada de sacrificio y determinación.
Estas palabras reflejan la dura realidad que enfrentan las trabajadoras del hogar en Bolivia, particularmente en la ciudad de Tarija, un sector que lucha por sus derechos básicos. Según un estudio realizado por la investigadora Mariel Paz, el 70% de estas trabajadoras no cuentan con una vivienda propia. Es por ello que su principal demanda es tener un techo seguro y digno, un pedido que no parece ser excesivo, sino más bien un derecho humano fundamental.
Sin embargo, las actuales políticas de vivienda del Estado boliviano no se adaptan a las necesidades de este sector. De acuerdo con Beatriz Sullka, otra representante de las trabajadoras del hogar, “acceder a un terreno o, peor aún, a una casa resulta prácticamente imposible. Aunque el sindicato ha presentado las carpetas necesarias, ninguna compañera ha logrado obtener al menos un lote para construir su hogar”.
Ante esta situación, es imperativo que el Estado boliviano tome medidas concretas para abordar esta problemática. Se requiere una política específica que se ajuste a las necesidades de las trabajadoras del hogar, eliminando las barreras que actualmente les impiden acceder a una vivienda digna. El derecho a tener un techo propio no puede ser negado a este sector de la población, y es responsabilidad del Estado garantizar su cumplimiento.