Ernesto “Sapito” Mealla llegó al pago donde triunfó y se enamoró de la vida
En horas de la tarde del miércoles 13 de septiembre ingresó por Bermejo
Foto Fides Bermejo
Arribó a territorio boliviano los restos de connotado canta autor tarijeño Ernesto “Sapito” Mealla Hoyos, el destacado artista falleció en Jujuy, República Argentina, después de una ardua lucha contra una enfermedad implacable.
En horas de la tarde del miércoles 13 de septiembre llegó a Bermejo, región fronteriza con Argentina; Mealla es considerado icono del folclore boliviano e identidad de la música tarijeña.
Ernesto “Sapito” Mealla, nacido el 7 de diciembre de 1947 en la Ciudad de Tarija, ocupaba el lugar más joven entre tres hermanos. Desde su juventud, su voz singular resonó con una magia que tocó profundamente a quienes tuvieron el privilegio de escucharlo.
En 1971, se unió al conjunto “Los Trovadores Chapacos”, difundiendo la identidad tarijeña a través de giras por todo el país y el norte argentino. En 1983, junto a sus amados hermanos Vicente y Cecilio, forjó “Los Sapos Cantores”, un grupo que no solo entretenía, sino que también tejía un tapiz de tradición chapaca en cada interpretación.
Ernesto “Sapito” Mealla brilló como coplero, cantante y compositor costumbrista, siendo el celoso guardián de nuestra rica herencia cultural, legándola con pasión a las futuras generaciones. Sus canciones, incluyendo “Nací Picaflor”, “La Rompe Rompe” y “No Volveré”, se convirtieron en el latido de Tarija.
En 2018, su incansable dedicación al arte y la cultura lo llevó a ser distinguido como “Personaje del Año”. Este honor fue el eco de su influencia eterna en nuestros corazones y en la música que nos identifica.
Ernesto “Sapito” Mealla deja un vacío que no podrá llenarse en el alma de Tarija y en la música folklórica de nuestra región. Aunque su presencia física se haya desvanecido, su voz continuará resonando en nuestros corazones como una melodía inmortal que nunca desvanecerá.
